En un dormitorio de pareja hay que ser prudente con la presencia excesiva de colores como el negro, verde oscuro, gris que pueden resultar demasiados fríos. En este caso, suelen aconsejarse tonos basados en el rosa pálido, ámbar o melocotón en tonalidades pastel.
En el comedor no conviene abusar de colores chillones, ni tampoco de colores oscuros. Se busca para este ambiente un equilibrio entre los colores, que permita relajarse, sin darle tristeza al lugar. Pueden ser interesantes colores cremosos, amarillos en tonos suaves.
En la cocina de una vivienda pueden utilizarse tonos basados en la tierra (ocres, teja, beiges, etc.) evitando la frialdad que no estimula el placer de cocinar.
En un hall de entrada puede ser un consejo inclinarse por colores claros, luminosos, alegres que inviten a entrar con buen ánimo.
Fuente: http://www.fengshuinatural.com/colores.html
F.S.